Hace cinco años, la Unión Europea inició una asociación con Libia que ha llevado a que más de 82,000 personas hayan sido interceptadas en el Mediterráneo central y devueltas a condiciones deplorables en Libia. Amnistía Internacional analiza la crisis de derechos humanos que se ha desarrollado desde la firma de los acuerdos de 2017.
Tráfico y abuso: la situación en Libia está empeorando
Durante los últimos cinco años, múltiples informes han revelado el horrible sufrimiento infligido a los ciudadanos extranjeros en Libia. Amnistía Internacional informa:
“Hombres, mujeres y niños devueltos a Libia se enfrentan a detención arbitraria, tortura, condiciones de detención crueles e inhumanas, violación y violencia sexual, extorsión, trabajos forzados y homicidios ilegítimos”.
Las acciones del Gobierno de Unidad Nacional de Libia (GNU) en los últimos meses han seguido empeorando la explotación y el abuso. La reciente nombramiento de Mohamed al-Khoja como nuevo director del Departamento de Lucha contra la Migración Ilegal (DCIM) es una clara señal de su desprecio por el bienestar de los ciudadanos extranjeros. Al-Khoja es conocido por su papel anterior en la dirección del tristemente célebre centro de detención Tariq al-Sikka, donde los detenidos han denunciado la violación sistemática de sus derechos.
Migrantes, refugiados y víctimas de la trata han estado protestando por su falta de protección contra redadas, abusos y arrestos arbitrarios desde octubre de 2021 frente al centro de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Trípoli. Pero lEl mes pasado, las fuerzas de seguridad irrumpieron en la sentada, disparando munición real y deteniendo arbitrariamente a cientos de personas. Los llevaron al centro de detención de Ain Zara, donde los retuvieron en condiciones insalubres y, según informes, los guardias los maltrataron.
António Guterres, el Secretario General de las Naciones Unidas, ha expresado “grave preocupación” por el tráfico y el abuso que ocurren en Libia. En un informe fechado el 17 de enero, reitera que Libia no puede considerarse un puerto seguro de desembarco para las personas interceptadas en el Mediterráneo y pide a los Estados miembros “reexaminar las políticas que apoyan la interceptación en el mar y el retorno de refugiados y migrantes a Libia”. .
Los acuerdos UE-Libia
El apoyo de la UE a la Guardia Costera de Libia comenzó en 2016 y se reforzó cuando Italia y Libia firmaron un Memorando de Entendimiento el 2 de febrero de 2017. La UE respaldó este acuerdo un día después, firmando la Declaración de Malta.
Estos acuerdos sentaron las bases para cinco años de cooperación a través de los cuales la UE efectivamente subcontrató a Libia la gestión de su frontera central en el Mediterráneo. La UE ha proporcionado formación, uniformes, barcos y más para fortalecer la capacidad de la Guardia Costera libia de interceptar y devolver a personas que intentan cruzar el mar.
Matteo de Bellis, investigador sobre migración y asilo de Amnistía Internacional, escribe:
“La cooperación de los líderes de la UE con las autoridades libias mantiene a personas desesperadas atrapadas en horrores inimaginables en Libia. Durante los últimos cinco años, Italia, Malta y la UE han ayudado a capturar en el mar a decenas de miles de mujeres, hombres y niños, muchos de los cuales acabaron en espantosos centros de detención plagados de torturas, mientras que muchos otros sufrieron desaparición forzada”.
Únase al movimiento para poner fin a la explotación en Libia
El acuerdo actual entre Libia e Italia finaliza en febrero de 2023, pero se renovará automáticamente por otros tres años a menos que se cancele antes de noviembre de este año.
A pesar de las pruebas de violaciones de derechos humanos y de los llamamientos del Secretario General, la UE sigue planeando continuar su asociación en materia de migración con Libia. como lo confirma un informe confidencial de la UE hecho público por Associated Press el 25 de enero.
Pero el movimiento para poner fin a este sistema de explotación en Libia está ganando poder. Organizaciones de toda Europa y el norte de África piden a la UE que deje de facilitar estos delitos.
“La UE y sus Estados miembros deben suspender cualquier cooperación que conduzca a la contención y los abusos contra los derechos humanos de las personas en Libia y, en su lugar, centrarse en abrir vías legales que se necesitan con urgencia para los miles atrapados en Libia que necesitan protección internacional”.
La comunidad Freedom United lleva varios años denunciando la complicidad de la UE en la esclavitud de personas en Libia. Junto con muchas otras organizaciones y activistas, estamos pidiendo a la UE que cancele este acuerdo.
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