Mire nuestro evento con un brillante panel de activistas que discuten el trabajo forzoso en prisión.

Luisiana, el estado de EE. UU. apodado como la “capital mundial de las prisiones”, tiene un problema de trabajo forzoso penitenciario muy arraigado.

Además de esta violación de los derechos humanos, es la única jurisdicción en los EE. UU. que mantiene sistemáticamente a las personas encarceladas más allá de su fecha de liberación, según un informe reciente del Departamento de Justicia.

Personas encarceladas retenidas durante años después de su fecha de liberación

El informe destaca cómo las personas encarceladas tienen su detención extendida más allá de su fecha de liberación por meses e incluso años en algunos casos a pesar de que los funcionarios conocen estas violaciones desde hace más de una década. Louisiana tiene las tasas de encarcelamiento más altas del país por mucho, donde la mayoría de las personas encarceladas son desproporcionadamente negras.

Reuters informa: 

Desde al menos 2012, más de una cuarta parte de las personas que serán liberadas de la custodia del Departamento de Seguridad Pública y Correccionales de Luisiana cada año son detenidas más allá de su fecha de liberación, una violación de las protecciones del debido proceso de la Constitución, dijo el Departamento de Justicia.

Entre enero y abril de 2022, el 26.8% de las personas liberadas fueron sobredetenidas. Louisiana también gastó al menos $850,000 reembolsando a las cárceles locales por albergar a los presos estatales solo durante ese período, dijo el Departamento de Justicia (la práctica de enviar a algunos presos estatales a las cárceles locales es inusual).

La esclavitud en las prisiones depende de las personas encarceladas

Las denuncias de trabajos forzados en el sistema penitenciario de Luisiana están muy extendidas. Las personas encarceladas en Luisiana se ven obligadas a recoger algodón a punta de pistola en antiguas plantaciones de esclavos y tienen "rodeos de prisión", donde los reclusos vulnerables son atacados por un toro para el entretenimiento público.

Los prejuicios raciales y el trabajo penitenciario forzado están profundamente arraigados en el sistema penitenciario de Luisiana, como lo demuestran los comentarios hechos por el alguacil de la parroquia de Caddo en 2017. Comentó al Washington Post que si Luisiana liberara a las personas encarceladas que no son peligrosas, ya no tendrían gente “para cambiar el aceite de nuestros carros, para cocinar en la cocina”.

Esto habla de la dependencia del complejo industrial penitenciario, no solo de la esclavitud, sino también de los cuerpos en las prisiones que constituyen una fuerza laboral cautiva para obtener ganancias.

Participa

Es impactante que en el siglo XXI, EE. UU. todavía esté lidiando con el legado de políticas racistas en la forma de un sistema legal de esclavitud perpetuado a través del encarcelamiento masivo y el complejo industrial penitenciario.

Sabemos que está de acuerdo en que la esclavitud pertenece al pasado. Asegurémonos de que EE. UU. escuche nuestro llamado colectivo: sume su voz a la campaña hoy.