"Yo era un esclavo, pero luego me volví inútil ... así que me enviaron a casa sin nada"- Ruslan, 36 años. 1
La historia de Ruslan de explotación atroz a bordo de un barco pesquero en aguas de Nueva Zelanda fue noticia en todo el mundo en 2012, y no es un caso aislado. La evidencia sugiere que cientos están trabajando en condiciones similares a la esclavitud en el mar en Nueva Zelanda: amenazados, abusados y obligados a trabajar en turnos de 30 horas. 2
Tras una lenta respuesta, el Gobierno de Nueva Zelanda tiene ahora la oportunidad de mostrar su firme apoyo a una nueva ley propuesta que ayudaría a poner fin esclavitud moderna en el mar. Pero, este no es el final. Necesitamos actuar ahora para asegurar que el Gobierno apoye la progresión de esta nueva ley, sin exenciones y con efecto inmediato.
Al tomar las acciones necesarias y audaces Nueva Zelanda tiene la oportunidad de enviar una señal a otras naciones de que la esclavitud en la industria pesquera nunca podrá ser tolerada.
Pida al gobierno de Nueva Zelanda que les diga que aprueben leyes integrales que prevengan la esclavitud en el mar con efecto inmediato.
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