Las mujeres y las niñas abandonan sus hogares todos los días para buscar trabajo como trabajadoras domésticas en las ciudades de Bélgica.
Pero cuando llegan a su primer día de trabajo, muchos descubren que han sido engañados. Encerrados dentro de las casas de extraños, sus pasaportes quitados, a menudo golpeados y abusados sexualmente, atrapados en la pesadilla de esclavitud moderna.
Por primera vez, existe un estándar global para proteger a los trabajadores domésticos. Se llama OIT Convención 189. 13 países clave ya se han adherido y está creciendo el impulso para un aumento de apoyo internacional. Si Bélgica ratifica ahora, será el tercer país de Europa en hacerlo y será crucial para garantizar que otros países de la región sigan su ejemplo. Los gobiernos de Bélgica ya han hecho el trabajo preliminar para adherirse a esta norma y ahora es necesario completar un paso final.
Firme la petición para mostrar su apoyo a que Bélgica tome las medidas necesarias para proteger a los trabajadores domésticos del riesgo de esclavitud moderna.
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