El trabajo infantil es una realidad… Pero por dura que sea esta circunstancia, hay otra que supera cualquier límite: la esclavitud. Según el grupo Misiones Salesianas, más de 200 millones de niños son los más vulnerables y menos capaces de defender sus derechos, enfrentando situaciones de trabajo infantil o esclavitud y forzados a trabajar para ganarse la vida, mantener a sus familias o pagar deudas, entre otros motivos. El trabajo relacionado con la esclavitud incluye el empleo en minas, canteras de piedra y, especialmente en los últimos años, el trabajo doméstico. Se considera que un trabajo es peligroso cuando se pone en riesgo el desarrollo físico, mental o moral de los niños, tanto por su naturaleza como por las condiciones en las que se desarrolla. Estos trabajos implican abuso; trabajos subterráneos, bajo el agua, a alturas peligrosas o en espacios reducidos; maquinaria, equipo peligroso o por manipulación manual o transporte de cargas pesadas o herramientas, se convierten en un ambiente insalubre; o involucrarse en largas jornadas o turnos nocturnos, así como permanecer injustificables en las instalaciones del empleador.