Hago un llamado a todos los actores extranjeros, públicos y privados, que tienen operaciones o inversiones en Eritrea a desinvertir inmediatamente y a declarar públicamente su oposición a la práctica gubernamental de reclutamiento forzoso. 

La complicidad en el Servicio Nacional del gobierno de Eritrea, que implica el reclutamiento forzoso de cientos de miles de eritreos, es inevitable para quienes hacen negocios o invierten en el país.  

Pido a las empresas e instituciones que invierten en Eritrea que utilicen su poder para pedir al gobierno que erradique el servicio militar obligatorio y el trabajo forzoso para que se convierta en un país en el que hacer buenos negocios.  

Para garantizar el bienestar inmediato de los trabajadores, también pido a las partes que tomen medidas correctivas para compensar a los trabajadores, en la medida de lo posible, tras la desinversión.