Esta semana, los refugiados musulmanes uigures en Turquía organizaron una conferencia de prensa en Estambul para instar a la jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, a que investigue de forma independiente los “campos de reeducación” y las denuncias de abusos masivos de derechos, incluidos trabajos forzados, tortura y genocidio, cuando finalmente visite la región uigur de China a finales de este mes.
La presión internacional se intensifica y Michelle Bachelet debe dar respuestas. El hashtag #UNRescueOurFamilies se ha multiplicado en las redes sociales y varios activistas uigures han alzado la voz preguntando por sus familiares desaparecidos.
El viernes, el socio de Freedom United, el Congreso Mundial Uigur, junto con otras 20 organizaciones de derechos uigures, tibetanas e internacionales, organizaron su propia conferencia de prensa en Ginebra en la que pidieron a la jefa de derechos humanos de la ONU que consulte con los grupos de derechos humanos antes de su visita.
Actualmente estoy afuera del Palais Wilson en Ginebra con cientos de personas de mi comunidad, incluidos sobrevivientes de campamentos, activistas y grupos de defensa. Estamos aquí para exigir @mbachelet publicar su informe y comprometerse con nuestras preocupaciones antes de su viaje a China. La ONU tiene el deber moral de escucharnos. pic.twitter.com/28DVwNStbI
—Rahima Mahmut (@MahmutRahima) 13 de mayo de 2022
Mirza Ahmet Ilyasoglu, un uigur que vive en Turquía, declaró:
“Si la ONU va allí y escucha la tesis unilateral de China… generará un informe completamente falso que sería muy vergonzoso para la ONU y la agencia de derechos humanos”.
Gulden Sonmez, un abogado turco, espera que el jefe de derechos humanos de la ONU pueda caminar sin obstáculos por las calles de la región uigur. “Si tiene éxito, verá esta verdad: las tierras del este de Turkestán se han transformado casi por completo en campos de concentración. Estamos hablando de millones de personas”.
Los uigures piden a la ONU que actúe
En declaraciones a la agencia de noticias AFP, Fatma Aziz, dijo que el gobierno chino usó la pandemia de covid-19 como excusa para obligar a sus familiares a quedarse en casa antes de la visita de la ONU. Ella explicó:
“Mi tía está atrapada con sus dos hijos en Kashgar. Los chinos encarcelaron a su esposo solo porque recitaba el Corán”, dijo Aziz. “Queremos que la ONU libere a nuestros familiares”.
Medine Nazimi, una mujer uigur cuya hermana está detenida en uno de los campos de la región uigur de China, exigió “respuestas reales” sobre el paradero de su hermana y mostró una foto de ella con el título: “¡China, libera a mi hermana!”.
“Queremos que Naciones Unidas vaya a nuestra patria, que revisen todo. No le crean al gobierno chino, tienen que creernos”, dijo.
Las preocupaciones son altas ya que Bachelet no logró llegar a un acuerdo con el gobierno chino en los últimos tres años. Abdulhakim Idris, director ejecutivo del Centro de Estudios Uigures con sede en Washington, ya critica a Bachelet por ser en gran medida pasiva con respecto a los derechos humanos de los uigures desde que asumió el cargo en septiembre de 2018.
Mantengamos la presión internacional para que las Naciones Unidas lleven a cabo una investigación independiente sobre el sistema sistemático de trabajo forzoso del gobierno chino.
Únete a más de 85,000 personas pidiendo al gobierno chino que libere a los uigures del trabajo forzoso.
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