Un nuevo informe por Derechos-de-Migrantes.org detalla el alcance de la violencia, el abuso y la explotación que experimentan las mujeres kenianas como trabajadoras migrantes en Arabia Saudita.
Deshumanización de los trabajadores domésticos migrantes
Amplias entrevistas con un grupo de mujeres que regresaron de trabajar en Arabia Saudita y en otras partes del Golfo arrojan luz sobre el trato deshumanizante que las trabajadoras migrantes se ven obligadas a soportar. Todas las mujeres sufrieron explotación laboral a través de retrasos o falta de pago de salarios, largas jornadas de trabajo, abuso verbal y confiscación de sus pasaportes.
Pero la violencia física y sexual extrema, la tortura e incluso los atentados contra sus vidas son parte de los riesgos diarios que enfrentan estas mujeres.
Para aquellos que lograron escapar y buscar ayuda para regresar a su país de origen, la reintegración a sus comunidades no siempre es sencilla. Algunas no son aceptadas de nuevo en sus familias, por lo que organizaciones como Counter Human Trafficking Trust-East Africa (CHTEA) apoyan a estas mujeres brindándoles una casa segura y sesiones de asesoramiento.
La hermana Florence, consejera profesional de CHTEA, explica: “Tenemos víctimas de trata de personas de otros países del mundo, pero ninguna tan grave como las que vienen del Golfo. Especialmente Arabia”.
Contratos sin sentido
Feith es una mujer que pasó un tiempo en Arabia Saudita como empleada doméstica. Aunque su contrato establecía que trabajaría para una familia de cuatro, tenía que trabajar 17 horas al día para varias familias. Eventualmente, Feith se enfermó y decidió escapar de la casa de sus empleadores para buscar la asistencia médica que necesitaba. Ella cuenta:
“Tomé mi teléfono y lo puse dentro de mi ropa interior, tomé mi manta y salí corriendo de la casa. Eran las 12 del mediodía. Caminé en el calor, todos los letreros estaban en árabe. Un anciano que me vio me preguntó 'binti (hija), ¿adónde vas?' Me dio agua y llamó a la policía que vino de inmediato. Solo tenía mi contrato, pero no tenía pasaporte ni identificación”.
La policía la llevó de vuelta a la casa de sus empleadores, donde la golpearon brutalmente y la obligaron a seguir trabajando a pesar del dolor y la enfermedad.
Mientras cocinaba, el empleador comenzó a despotricar contra ella nuevamente, cerniéndose sobre ella desde atrás: 'Estás aquí para trabajar, no para estar enferma. En Arabia, no hay enfermedad. Te compro, eres mi propiedad. Cuando Feith se volvió para hablarle, tomó la tetera con agua caliente y la vertió sobre ella.
Muchas otras mujeres como Feith recurren a la policía en busca de ayuda para escapar de situaciones potencialmente mortales, pero simplemente son enviadas de regreso a hogares abusivos.
Necesidad de hacer cumplir la legislación
Los trabajadores domésticos migrantes en Arabia Saudita están excluidos de las leyes laborales del país y, aunque existe una ley contra la trata de personas que penaliza el trabajo forzoso, hay poca evidencia de que los empleadores abusivos rindan cuentas.
Firma la petición hacer un llamado a todos los gobiernos para que ratifiquen la Convención sobre Trabajadores Domésticos y protejan mejor a los trabajadores domésticos migrantes de la explotación y el abuso.
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