Xu Mingjian yacía en el suelo con dolor mientras sus captores se reían de él. Se había lesionado la columna tratando de escapar de un edificio en Sihanoukville, Camboya, donde lo retuvieron contra su voluntad y lo obligaron a trabajar para una empresa de estafas en línea. Los gerentes pensaron que moriría por la caída y lo dieron por muerto.
Una crisis en curso
Xu no está solo. La crisis de la esclavitud moderna continúa desarrollándose en Camboya a pesar de meses de presión de la sociedad civil, las embajadas y los medios de comunicación.
Los traficantes están engañando a personas como Xu para que viajen a las ciudades casino de Camboya con la promesa de trabajos bien remunerados. Luego son vendidos a redes criminales que los mantienen encerrados en recintos y los obligan a defraudar a las personas en línea bajo amenazas de violencia extrema.
Inadecuada respuesta de las autoridades
Las redes de traficantes han establecido operaciones en casinos, hoteles de lujo y complejos de oficinas en todo el país durante el último año y medio. Los informes iniciales dieron lugar a la intervención de la policía y compromisos del gobierno para tomar medidas enérgicas contra el problema, pero no se han presentado cargos contra criminales de alto nivel. Entonces, ¿qué está frenando a las autoridades?
The Guardian cita a Ekapop Lueangprasert, un voluntario que ayuda a las víctimas tailandesas a escapar y regresar:
El principal obstáculo es que muchos de los chinos que dirigen redes de tráfico de personas y estafa en Camboya tienen mucha influencia. Si las autoridades camboyanas locales escuchan algo sobre una redada de sus homólogos tailandeses, informan a las pandillas, quienes trasladan a las víctimas y confiscan sus teléfonos. A veces, cuando hay redadas, los rescatistas encuentran el lugar vacío.
Los sobrevivientes y los familiares de los sobrevivientes dicen que las víctimas que escapan y denuncian a los traficantes a la policía a menudo enfrentan represalias. Algunos son devueltos a sus captores y otros desaparecen.
Tiempo de acción
Xu pudo obtener ayuda de un conductor de tuk-tuk cercano que lo llevó al hospital. Ahora está de regreso a salvo en China con su familia. Pero el gobierno de Camboya debe proteger a los demás fortaleciendo de inmediato su enfoque para investigar las redes criminales detrás de la esclavitud moderna en sus ciudades casino.
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