“Cada parte de mi cuerpo estaba sangrando. Mis ojos estaban hinchados y no podía ver a través de uno de ellos. [Mis empleadores] se llevaron ellos mismos al hospital sin llevarme con ellos. Estaba tirado allí sangrando a un lado de la carretera antes de que una ambulancia me recogiera por casualidad ".
Estas son las palabras de Doris, una madre de Ghana que vino a trabajar al Líbano, luego de la explosión en Beirut hace más de un año. Como ella, miles de otras trabajadoras domésticas migrantes quedaron traumatizadas por la explosión, donde “los efectos de la explosión del 4 de agosto no pueden separarse de las realidades cotidianas del racismo y la kafala”.
El sistema de kafala en el Líbano vincula a un trabajador migrante con su empleador, como La fuente pública explica:
El sistema de patrocinio que rige su residencia legal y su situación laboral es un pilar fundamental de la economía de la posguerra en el Líbano y la región, y convierte al empleador en el patrocinador y tutor del trabajador. Al atar al trabajador a los caprichos, los estados de ánimo y la autoridad del empleador, la kafala establece una dinámica similar a la esclavitud pero con una cobertura de empleo, consentimiento y cortesía. Además de las graves violaciones laborales, muchos trabajadores informan haber sido sometidos a violencia sexual y física, aislamiento y cautiverio.
Los bloqueos por coronavirus establecieron una nueva realidad para los trabajadores domésticos, que ahora estaban atrapados con sus patrocinadores en el interior durante todo el día. Además de trabajar día y noche, 65 mujeres se acercaron al Movimiento Antirracismo (ARM), un colectivo feminista de base centrado en los migrantes, porque fueron sometidas a violencia que amenazaba sus vidas.
Además, cuando sus empleadores pasaron al trabajo a distancia, monopolizando una conexión a Internet que ya era lenta e inestable, a muchas trabajadoras del hogar se les privó del derecho a comunicarse con sus familias.
Las secuelas de la explosión enfatizaron aún más los efectos discriminatorios de la kafala: "los trabajadores migrantes que sobrevivieron a la explosión describen haber vivido un doble trauma: primero el impacto de la explosión, luego una indiferencia descarada sobre si viven o mueren".
Tres organizaciones lideradas por migrantes, Egna Legna, Mesewat y This Is Lebanon, movilizaron esfuerzos de rescate para trabajadores migrantes y se pusieron en contacto con hospitales durante semanas para localizar a los desaparecidos.
“Poco a poco, [Egna Legna] los encontramos”, dijo Banchi Yimer, fundador de la organización. “Algunos de ellos estaban en hospitales; algunos perdieron sus casas y estaban en la calle o refugiándose en el lugar de alguien; algunos perdieron sus teléfonos y sus pertenencias, pero luego se comunicaron con sus familias; algunos de ellos estaban en coma ".
Firma la carta abierta al Ministerio de Trabajo del Líbano pidiendo el fin del sistema de kafala.
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Ésta es tu vergüenza internacional, Líbano. ¡Por favor, haga lo correcto y ponga fin a este sistema!