Los trabajadores indios que han sido rescatados del trabajo forzoso en los hornos de ladrillos, los molinos de arroz y las fábricas de Tamil Nadu se están uniendo para ayudar a otros que todavía están atrapados en el trabajo forzoso.
Según International Justice Mission, una ONG contra la esclavitud, casi 500,000 trabajadores en 11 industrias en el estado son víctimas de la servidumbre por deudas, atrapados trabajando para un empleador para pagar las deudas a empleadores y prestamistas. Sin embargo, a menudo estas deudas son imposibles de pagar con base en sus magros salarios.
Varalakshmi Gopal, de 45 años, es uno de esos trabajadores que fue rescatado después de pasar siete años en servidumbre por deudas en un molino de arroz. Ella ahora es parte de la Asociación de Trabajadores en Servidumbre Liberados (RBLA), un grupo enfocado en liberar a otros de la esclavitud moderna.
Fundación Thomson Reuters habló con Gopal para entender su trabajo:
“A menudo entro a estas instalaciones fingiendo ser una persona que busca trabajo o, a veces, el dueño de un horno de ladrillos en busca de trabajadores que se han escapado de mis instalaciones”, dijo Gopal.
"Sé que es peligroso, pero me siento obligado a hacerlo".
Una vez que encuentra evidencia de trabajo forzoso, avisa a la policía. Dijo que ha participado en al menos 10 operaciones de rescate.
Los miembros de cuatro RBLA ahora están repartidos por todo el estado para detectar el trabajo forzoso, especialmente en los hornos de ladrillos y los molinos de arroz, que están más ocupados en abril y mayo antes de que llegaran las lluvias monzónicas, dijeron los miembros de la RBLA.
Gopal agregó que RBLA ha visto un aumento en su membresía el año pasado, evidencia, dice, de que el movimiento de trabajadores para terminar con la servidumbre por deudas se está fortaleciendo en Tamil Nadu.
Si bien India prohibió técnicamente el trabajo en régimen de servidumbre en 1976, el problema sigue siendo generalizado.
“Existen lagunas y desafíos en la implementación de la ley”, dijo Kuralamuthan Thandavarayan de IJM, que apoya a las RBLA.
"Pero los funcionarios no pueden ignorar la voz de los sobrevivientes que han sufrido durante años", agregó. "La formación de estas asociaciones les ha dado una plataforma para luchar".
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