“La trata de personas representa una grave crisis humanitaria, un grave problema de seguridad pública y, cada vez más, una amenaza terrorista letal”, escribe Peter Vincent. Un abogado especializado en lucha contra el terrorismo, seguridad nacional, trata de personas y narcotráfico, Vincent dice que si realmente queremos poner fin a la trata de personas, debemos mejorar en escuchar a los sobrevivientes.
En un artículo de opinión para The Globe and Mail Vincent explica que la trata de personas es mucho más complicada de lo que muchos creen:
Podemos comenzar reconociendo que el problema tiene muchos más matices que las descripciones de los medios populares. Debemos resistir la tentación de narrativas simplistas sobre proxenetas dominantes y niñas abusadas. No toda la trata de personas implica trabajo sexual, ni todas las personas objeto de trata se consideran explotadas.
La trata de personas es un subproducto complicado de factores interdependientes que incluyen la pobreza, la migración forzada, las drogas ilícitas y las cadenas de suministro mundiales legítimas. No es suficiente apuntar simplemente a actores criminales prominentes.
Cualquier gobierno que se tome en serio el cambio debe centrarse en la aplicación productiva y la legislación, al tiempo que colabora con organizaciones no gubernamentales para neutralizar otros aspectos del aparato local de trata de personas.
Todos los que contribuyen al trabajo contra la trata de personas deben mantener la distinción fundamental entre sobrevivientes y trabajadoras sexuales consensuadas, y escuchar las voces de las sobrevivientes. Aquellos que han experimentado los horrores de la trata de personas de primera mano son necesarios para comprender el papel de la trata en nuestras comunidades.
Una de esas campañas que adopta un enfoque centrado en los sobrevivientes es la Campaña Corazón Azul de las Naciones Unidas. Fundada en 2008, la campaña ofrece ayuda financiera a los sobrevivientes a través de un fondo fiduciario voluntario administrado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
De manera similar, en 2010, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS) presentó la Campaña Azul. Siguiendo el modelo del programa de la ONU, la Campaña Azul también prioriza el apoyo a largo plazo para los sobrevivientes de la trata y los recursos comunitarios, incluida la financiación de la Línea Directa Nacional contra la Trata de Personas.
Puede parecer simple, pero a medida que más ciudadanos y empleados de industrias propensas a la trata aprenden a detectar los signos del delito, se están viendo cambios.
“El simple hecho de promover la conciencia sobre la trata y facilitar la denuncia de posibles inquietudes ha marcado una diferencia en la seguridad general de la comunidad”, dice Vincent.
Freedom United está interesada en escuchar a nuestra comunidad y agradece los comentarios, los consejos y las ideas relevantes e informados que hacen avanzar la conversación en torno a nuestras campañas y defensa. Valoramos inclusividad y respeto dentro de nuestra comunidad. Para ser aprobados, sus comentarios deben ser civiles.