Hornos de ladrillos, esclavos en condiciones de servidumbre y activistas. Gracias al trabajo de los activistas en el oeste de Maharashtra de la India, miles de trabajadores de hornos de ladrillos están tomando conciencia de sus derechos: un salario mínimo y un trato justo. Sin embargo, continúan trabajando para propietarios que rechazan esos derechos básicos ...
Estos trabajadores en su mayor parte son tribales adivasi que no tienen tierra propia. Trabajan la mitad del año solo para pagar deudas. A veces, toda su familia trabaja 14 horas al día por poco o ningún salario. Se les dan las comodidades mínimas y no se les da días libres. Además, rara vez saben cuánto le deben a su jefe.
Ashok Jangale, director de Disha Kendra, dice: “El gobierno, la policía, cree que el trabajo en régimen de servidumbre es cuando alguien está atado con cadenas o encerrado dentro de una habitación. Ni siquiera reconocen que estos trabajadores están vinculados. Les decimos a los trabajadores que tienen derecho a que les paguen, a que no los golpeen ni maltraten, a tener tiempo libre, a enviar a sus hijos a la escuela ”.
India es el hogar de casi la mitad de los 36 millones de esclavos del mundo, según el Índice Global de Esclavitud 2015 compilado por Walk Free Foundation, con sede en Australia. Muchos indios son engañados para que se ofrezcan a trabajar en granjas, burdeles y pequeñas empresas como garantía contra un préstamo que han tomado o una deuda que han heredado. Esto es especialmente común en la industria de la construcción, particularmente en los sectores no regulados de fabricación de ladrillos y canteras de piedra.
Un coordinador del programa de erradicación del trabajo en régimen de servidumbre explica: “Los hornos en sí son en su mayoría ilegales, por lo que hacer un seguimiento de ellos es difícil y no llevan registros. Hay mucho tráfico y trabajo forzoso en la industria, pero es un negocio rentable y los propietarios suelen estar conectados políticamente, por lo que las autoridades hacen la vista gorda ”.
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