Hoy, en el Día Internacional del Migrante, temo que la caracterización generalizada de la migración como una “preocupación legítima”1 está impulsando tanto la criminalización como, al mismo tiempo, la indiferencia global ante la difícil situación de las personas en movimiento, empujándolas cada vez más hacia los traficantes, donde enfrentan explotación, abuso e incluso la muerte.
En 2024, hemos sido testigos de cómo los gobiernos utilizan las narrativas de soberanía y seguridad como armas para justificar políticas fronterizas restrictivas y migrantes chivos expiatoriosCuando no existen rutas migratorias legales y seguras ni medidas de protección, los traficantes explotan la desesperación de quienes se quedan sin opciones, o en el peor de los casos, atrapándolos en ciclos de abuso y trabajo forzado.
Por eso, las políticas de migración segura no son solo una necesidad humanitaria, sino una herramienta fundamental para combatir la trata de personas. En Freedom United, Abogar por políticas que defiendan la dignidad humana y proteger a las personas en movimiento para que no sean víctimas de la trata.
La situación mundial es grave y los medios de comunicación están saturados de titulares sobre el endurecimiento de las fronteras y políticas migratorias hostiles.
En Europa, los gobiernos están en huelga acuerdos polémicos con países vecinos como Túnez, Marruecos y Jordania para frenar los flujos migratorios, a menudo a cambio de ayuda financiera, a pesar de las preocupaciones sobre abusos de los derechos humanos.2 El Reino Unido ha sido objeto de escrutinio por su enfoque de línea dura, que incluye: Detención de solicitantes de asilo, incluidas las víctimas de la esclavitud moderna, y suspender las solicitudes de asilo para los sirios independientemente de los riesgos constantes de inestabilidad y persecución en Siria.3
Al mismo tiempo, los políticos siguen presentando a los migrantes como amenazas a la seguridad o cargas económicas, alimentando ataques violentos. Del mismo modo, el Políticas de fronteras exteriores de la UE, junto con las violentas devoluciones en el Mediterráneo y Europa del Este, han provocado la condena de las organizaciones humanitarias por exponer a los migrantes a abusos, explotación en centros de detención y negación del acceso a los procedimientos de asilo.4
Más allá de Europa, los sentimientos hostiles hacia la migración se reflejan en América del Norte y Australia, donde la retórica y las políticas priorizan cada vez más la disuasión sobre la protección. En Estados Unidos, la intensificación de la vigilancia fronteriza y la legislación antiinmigratoria han empujado a los migrantes hacia rutas más peligrosas, a menudo con consecuencias mortales.5
Canadá, a pesar de su reputación de apertura, enfrenta críticas por las medidas restrictivas en su frontera sur.6 Mientras Australia continúa con sus prácticas de detención en alta mar, generando la condena internacional por las políticas del gobierno relacionadas con el procesamiento en alta mar y la detención prolongada, que permiten la detención indefinida de solicitantes de asilo.7
Y eso no es ni la mitad. Pero hay un peligro más innato: el riesgo de volverse insensible al inmenso sufrimiento humano que se esconde detrás de estas historias. Con cada nuevo informe sobre migrantes ahogándose en el mar, sufriendo abusos en los centros de detención, o cayendo víctima de traficantesCorremos el riesgo no sólo de normalizar estos horrores, sino también de permitir que la esclavitud moderna aumente su control sobre los más vulnerables.
Si continuamos por este camino, es posible que en 2025 aparezcan los mismos titulares, pero es posible que ya no sintamos su peso y olvidemos que la migración es una historia humana compartida a la que la mayoría de nosotros debemos nuestra existencia.8
Debemos seguir poniendo de relieve el costo humano de las decisiones gubernamentales y exigir a los dirigentes que rindan cuentas por el incumplimiento de sus obligaciones de protegernos a todos. La migración no es una amenaza que se deba contener, sino un testimonio de resiliencia y de la búsqueda de seguridad, libertad y oportunidades: valores que deberían unirnos, no dividirnos.
Mi esperanza para 2025 es que se produzca un cambio profundo en la forma en que el mundo ve la migración: un año en que la migración no se considere un problema que hay que resolver, sino una oportunidad para celebrar nuestra humanidad compartida. Las rutas migratorias seguras y las políticas progresistas deben convertirse en la norma, protegiendo a las personas en movimiento de la explotación y desmantelando los sistemas que permiten que prospere la trata.
Sin este cambio, las tragedias que dominan los titulares de hoy persistirán y corremos el riesgo de olvidar el derecho humano universal a la seguridad, la libertad y la oportunidad de alcanzar un futuro mejor.
Si no actuamos, la indignación colectiva que debería exigir justicia podría ser reemplazada por apatía, un silencio que los traficantes y explotadores explotarán sin dudarlo.
Espero que en el próximo Día Internacional del Migrante estemos contando historias no de desesperación sino de dignidad y progreso, demostrando que nuestra humanidad se define por la compasión y la acción, no por la indiferencia.
[ 1 ] https://www.theguardian.com/commentisfree/article/2024/aug/13/immigration-immigrants-society-rich-labour-public
[ 2 ] https://www.hrw.org/news/2023/09/28/eu-commission-should-stop-ignoring-tunisias-abuses-against-migrants
[ 3 ] https://www.reuters.com/world/uk/uk-pauses-decisions-syrian-asylum-claims-bloomberg-reports-2024-12-09/
[ 4 ] https://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/BRIE/2022/738191/EPRS_BRI%282022%29738191_EN.pdf
[ 5 ] https://nnirr.org/programs/seeking-border-justice/stopping-migrant-deaths/
[ 6 ] https://www.migrationpolicy.org/article/us-canada-safe-third-country-agreement
[ 7 ] https://www.refugeecouncil.org.au/hrw-2017-report/
[ 8 ] https://www.bigissue.com/news/social-justice/migration-benefits-uk-facts/